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Miradas que hablan

Es mucha la información que se puede obtener de una persona si prestamos atención a decodificar el lenguaje corporal. Dentro de la comunicación no verbal, en este intento por leer lo que el otro expresa, los ojos desempañan un rol preponderante.


La mirada constituye una de las principales formas de lenguaje de nuestro cuerpo. Las palabras que utiliza alguien al hablar aportan información, también la voz y los gestos de sus manos; pero los movimientos de los ojos proporcionan un fuerte respaldo a lo que se quiere decir. Por eso mismo, son una prueba irrefutable de aquello que resulta imposible ocultar. Eso se debe a que los movimientos oculares se producen involuntariamente.





Un reflejo de los sentimientos

El contacto visual tiene una gran importancia para desenvolverse socialmente. Si se mira a una persona a los ojos, la mayoría de las veces se logra saber qué tipo de emociones experimenta ella en ese momento.





Casi imprescindibles

Las microexpresiones son los movimientos involuntarios de los músculos de la cara, que se manifiestan en momentos especialmente emotivos o en situaciones que pueden provocar ansiedad, por una valoración positiva o negativa. Se llaman así porque su duración en el rostro es extraordinariamente corta, alrededor de una vigésima de segundo. Para estudiar esos micromovimientos, es necesario filmar al sujeto y tener la posibilidad de ver posteriormente la grabación una y otra vez, cuadro por cuadro.



Al procurar leer en los demás sus estados de ánimo, sentimiento y emociones, tratamos de descubrir si los ojos revelan o desmienten lo que afirma su discurso.





El valor de la mirada


El significado cultural del contacto visual difiere de acuerdo a las costumbres de cada lugar. Por ejemplo, en países como Finlandia mirar a una persona a los ojos es sinónimo de respeto y educación; en cambio, en Asia Oriental, el contacto de miradas entre dos personas al saludarse puede provocar malentendidos. Existen sociedades en las que se considera una falta de respeto mirar a las mujeres a los ojos, y otras donde la gente puede mirarse de forma insistente sin segundas intenciones.

Por otra parte, el mirar fijo significa amenaza incluso para muchos animales. Y la potencia de esa mirada ha sido reconocida a través de la historia de la humanidad por muchas culturas con todo tipo de leyendas sobre el daño que puede producir el "mal de ojo".



El resultado de estas investigaciones se utiliza en campos tan dispares como la criminología, la psicología, la medicina e incluso para la animación de personajes en 3D.





¿Qué ves cuando me ves?

La mirada cumple varias funciones específicas en al comunicación: la regulación del acto comunicativo (indica el turno de hablar), y la expresión de emociones (incluso las que se intenta ocultar). Las pupilas se dilatan indicando interés y atracción cuando vemos algo que nos llama la atención. Y el número de veces que parpadeamos por minuto se relaciona con la tranquilidad o el nerviosismo que sentimos. También el contacto visual, es decir, la mirada que una persona dirige a los ojos de otra, es una señal importante.

La frecuencia con que miramos a alguien y el mantenimiento de ese contacto ocular denotan el grado de confianza e intimidad que hay con esa persona.

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